Si estás por operarte del pie o del tobillo, es normal que surjan dudas. Muchos pacientes me preguntan qué estudios hay que hacer antes de la cirugía, si todos son necesarios o si hay que preocuparse por algo en especial. Por eso quiero contarte con claridad cómo es el proceso de estudios prequirúrgicos para este tipo de intervenciones. La información es una gran aliada para transitar todo el camino con más seguridad y tranquilidad.
Evaluación clínica general: el primer paso
Antes de pedir cualquier estudio, lo primero que hago es una evaluación médica general. En esta instancia, revisamos en detalle si tenés alguna enfermedad crónica, si estás tomando alguna medicación, si sos alérgico a algún medicamento, o si existe alguna condición que pueda representar un riesgo durante la cirugía o el posoperatorio.
Toda esta información nos permite anticiparnos a posibles complicaciones y ajustar cada paso del proceso quirúrgico a tu situación particular. Es un paso clave, porque no todos los pacientes son iguales, y no todas las cirugías deben encararse de la misma manera.
Estudios básicos que se solicitan antes de la cirugía
Una vez realizada esa primera evaluación, indicamos los estudios prequirúrgicos necesarios. Son estudios de rutina, pero fundamentales para asegurarnos de que estás en condiciones de afrontar la intervención. Generalmente se solicitan:
Análisis de sangre completo, donde vemos parámetros como la coagulación, el recuento de glóbulos, función hepática y renal, y otros indicadores clave.
Evaluación cardiológica, que incluye un electrocardiograma y un informe clínico realizado por un médico cardiólogo. Esto es fundamental para descartar riesgos al momento de aplicar anestesia.
Radiografía de tórax, que nos permite tener un panorama del estado pulmonar y general.
Estos tres estudios son parte del protocolo habitual y nos brindan una base sólida para operar con seguridad. No se trata solo de cumplir con una formalidad: cada dato puede ayudarnos a planificar mejor la intervención y reducir cualquier riesgo.
¿Hace falta ver a un anestesista antes de la cirugía?
En algunos casos específicos, puede ser necesario realizar una consulta con el servicio de anestesiología. Esto depende del tipo de cirugía y del estado general del paciente. Si existen antecedentes clínicos relevantes, patologías asociadas o condiciones que puedan requerir un abordaje especial, solicitamos una evaluación preanestésica.
En general, utilizamos anestesias regionales —bloqueos periféricos— que nos permiten trabajar con el pie completamente dormido, pero con un efecto prolongado que disminuye considerablemente las molestias posteriores a la cirugía. Además, durante el procedimiento, el paciente recibe una sedación muy leve para estar tranquilo en todo momento.
¿Se puede usar estudios que el paciente ya tiene?
Sí, muchas veces el paciente llega con estudios previos. Si esos estudios son recientes y se ajustan a lo que necesitamos evaluar antes de la intervención, podemos usarlos sin problema. Lo importante es que sean estudios completos, actualizados y con validez diagnóstica.
Cuando algún estudio no cumple con estos criterios o si ha pasado demasiado tiempo desde que se lo realizó, preferimos repetirlo. No es por desconfianza, sino por responsabilidad: necesitamos tener datos actuales para tomar buenas decisiones.
Qué hacemos si encontramos algo inesperado
Puede ocurrir que durante esta etapa de estudios prequirúrgicos descubramos alguna condición que no estaba diagnosticada. Una arritmia leve, una alteración en el laboratorio, un hallazgo en la radiografía… Estas situaciones no significan que se suspende la cirugía automáticamente, pero sí requieren que reorganicemos los pasos.
En esos casos evaluamos con el equipo qué hacer: si se necesita tratamiento previo, si hay que reprogramar la intervención o si simplemente hay que tomar precauciones adicionales. Todo esto se hace en diálogo con vos, explicándote cada decisión.
Muchas veces, esta anticipación marca la diferencia entre una cirugía que se desarrolla con normalidad y una que podría haberse complicado.
Estudios prequirúrgicos: una parte clave del proceso
A veces los pacientes ven esta etapa como un trámite más. Pero yo siempre aclaro que los estudios prequirúrgicos para cirugía de pie y tobillo son una herramienta fundamental. No sólo nos permiten confirmar que estás en condiciones de operarte, sino que también nos dan información para hacer el procedimiento más seguro y el posoperatorio más llevadero.
Una cirugía empieza mucho antes del quirófano. Empieza cuando decidimos intervenir, pero también cuando tomamos las medidas necesarias para cuidar cada detalle. Y esa planificación incluye escucharte, revisar tu historia clínica, pedir los estudios correctos y actuar con responsabilidad.
Si tenés alguna duda sobre los estudios o el procedimiento en general, no dudes en hablarlo conmigo. Parte de mi trabajo también es que entiendas el proceso y te sientas acompañado.